SAN JOSÉ, SALUD DE LOS ENFERMOS Y CONSUELO DE LOS DESAMPARADOS

El ocho de Septiembre de 2012, nuestra Hermandad materializaba un sueño que estaba latente desde su fundación, la bendición y reposición al culto de la Imagen del Patriarca Bendito, Titular ligado a nuestra sede canónica, el antiguo hospital de San José.

Todos los hermanos nos conmovíamos meses antes, cuando en el ciclo de humanidades contemplamos restaurada la talla que iba a ser Titular de la Corporación, de evidente valía artística y de un gran valor histórico, con una doble autoría de gran relevancia: Francisco de Villegas, escultor toledano del siglo XVII, discípulo del genio Juan Martínez Montañés, quien tallara el cuerpo actual del Santo y uno de los grandes escultores de la escuela gaditano genovesa del s. XVIII (cercano a las figuras de F. Galleano) quien tallara cabeza y manos.

San Fernando, ciudad muy ligada a la advocación de San José, patrono menor de la Real Villa desde 1767, veía en la tarde del ocho de Septiembre de 2012, festividad de la Natividad de la Virgen María, al Santo Esposo procesionando por los aledaños del antiguo Hospital del Señor San Joseph, fundado por el Obispo fray Tomás del Valle, de gran espíritu benéfico y fiel devoto del Patriarca. Una imagen que ha estado siempre ligada durante su historia material al mundo caritativo y sanitario.

En sus orígenes, la talla de Villegas se veneraba en el Hospicio gaditano de San Juan de Dios, la institución benéfica más antigua de Cádiz. El hospicio estaba gestionado por los hermanos de San Juan de Dios, quedando constancia desde finales del s. XVI la atención a los enfermos que ocupaba a los hermanos de esta orden.

Posteriormente, a principios del s. XVIII, la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo funda el Hospicio isleño, especie de “sucursal” del hospicio gaditano.

Parece ser que en esta fecha es cuando se traslada la talla de Villegas a la Real Isla de León, remozada por alguno de los grandes artesanos genoveses herederos del taller de Anton Maria Maragliano, quien le tallara nueva cabeza y manos.

De nuevo la imagen de San José es venerada en un hospicio dedicado a la caridad y cuidado de los pobres y enfermos, hospicio que prolongó su existencia hasta el primer cuarto del s. XIX, reconvirtiéndose en la segunda mitad de esta centuria en el Colegio-Asilo de las Hijas de Santa Joaquina de Vedruna (vulgo Carmelitas).Con la extinción del hospicio, la imagen de San José pasa al Hospital homónimo, inaugurado en 1768 por el Obispo fray Tomás del Valle, presidiendo la sala de hombres del hospital, siendo una vez más consuelo de los enfermos y auxilio de los moribundos.

En la segunda mitad del s. XX, el hospital fue transformado en asilo de ancianas, la talla de nuestro Titular era ahora venerada por las abuelitas, quienes pasaban los últimos años de sus vidas bajo el cuidado de las religiosas de la caridad y el consuelo de San José, patrón de la buena muerte.

Casi nueve años han pasado ya en la presente etapa de veneración de la imagen del Patriarca Bendito en el seno de nuestra hermandad de caridad, gremial de sanidad. En este año, donde se celebra el 150 aniversario de su proclamación como Patrono de Iglesia Universal, nos encontramos en una situación de pandemia mundial en la que nos encomendamos a él para sobrellevar estos momentos de desasosiego y desamparo, rogando por todas las personas que están luchando por controlar la situación.

Un acontecimiento que tristemente volverá a marcar un hito en las cinco centurias en las que nuestro Bendito Patriarca ha sido auxilio espiritual de los enfermos e intercesor de una santa muerte, Imagen que vuelve a estar ligada al mundo sanitario y de la caridad para que como dice la oración, sea agradable consuelo de los Desamparados.

Texto de nuestro hermano D. Jesús Garrido Pérez.